lunes, 24 de junio de 2013

Video Equilibrista camina más de 427m sobre una cuerda a 457m de altura




El temerario Nik Wallenda completó una histórica hazaña al cruzar andando el Gran Cañón del Colorado sobre un cable de acero de cinco centímetros el domingo, siendo recibido con sonoros gritos después de su peligrosa acción.

Wallenda, que se describe a sí mismo como 'El rey de la cuerda floja', tardó 22 minutos y 54 segundos en andar 427 metros a través del cañón de piedra rojiza mientras sólo apreciaba una franja distante del río Pequeño Colorado debajo de él. El reto fue retransmitido en directo a todo el mundo.

Wallenda, la primera persona que cruza el cañón, caminó sin arnés ni red de seguridad.

Se pudo escuchar a Wallenda rezar durante casi todo el trayecto, murmurando "Gracias, Jesús". Besó el suelo al llegar al otro lado. "Tuve que poner todo de mi parte para concentrarme todo ese tiempo", dijo Wallenda. "No te puedes imaginar lo que me duelen los brazos".

Dijo que se paró y se agachó dos veces durante el recorrido, primero por el viento y la segunda vez porque el cable había tomado un ritmo inquietante.

Un sueño cumplido

Wallenda dijo que el camino fue estresante. Pero también dijo que las vistas, desde 457 metros de altura sobre el serpenteante río, eran "sobrecogedoras".

"Fue un sueño hecho realidad", dijo Wallenda sobre su hazaña. "Esto es lo que mi familia ha hecho durante 200 años, así que es parte de mi legado".

Como la séptima generación de la familia de acróbatas "Wallendas voladores", Wallenda también hizo historia el año pasado al convertirse en la única persona en cruzar las cataratas del Niágara sobre la cuerda floja. Utilizó el mismo cable este domingo.

El hombre de 34 años soñó con el reto del domingo durante una visita al Gran Cañón con sus padres cuando era un adolescente.

Funambulista y cámara

Los espectadores de los 217 países donde se pudo ver en directo, tuvieron la oportunidad de ver la acción desde la misma perspectiva de Wallenda, gracias a las cámaras que llevó unidas a su cuerpo. Wallenda portó una pértiga de 20 kilos que le ayudó a mantener el equilibrio.

El protagonista dijo antes de cruzar que su mayor preocupación eran las impredecibles ráfagas de viento que suelen darse en esa remota parte del Gran Cañón fronteriza con la Nación Navajo.

Wallenda se entrenó en su pueblo natal de Sarasota, en Florida, cuando la tormenta de arena tropical Andrea azotó la costa. También utilizó generadores de aire para acostumbrarse a corrientes laterales de 85 kilómetros por hora.

Como futuro reto peligroso, Wallenda dijo que sueña con andar desde el edificio Chrysler hasta el Empire State Building de Nueva York.

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