viernes, 19 de abril de 2013

SELLADO EN UNA BOTELLA 53 AÑOS MINI JARDÍN

La naturaleza también puede ser embotellada y no hacemos referencia a poner agua mineral en frascos de vidrio. David Latimer, aficionado a la vegetación, plantó su mini jardín en 1960 dentro de una botella de 10 galones y sólo lo regó una vez en su vida, en 1972 antes de sellarla herméticamente. 53 años más tarde esta planta, una tradescantia, sigue viva y ha creado su propio ecosistema aislado del mundo exterior.

El jardín se autoalimenta a través de fotosíntesis y debe ser regado una vez cada 53 años, por lo que hace 40 años que no se destapa.

La planta ha crecido y ocupa prácticamente toda la botella, con una apariencia sana. Latimer afirma que nunca ha podado este jardín, por lo que parece haber crecido hasta el máximo posible de la botella de 37,8 litros. La única vitamina que recibe es la luz natural, por lo que la planta realiza la fotosíntesis de manera normal.

Este ingeniero inglés jubilado cuida ahora a la trasdecantia como si fuese uno más de la familia y se ha marcado como objetivo que cuando él no pueda sea su hijo el que siga cuidándola. La NASA se ha interesado también en este tipo de proyectos.

Un ecosistema autosuficiente

Los jardines dentro de una botella funcionan correctamente porque su espacio sellado crea un ecosistema totalmente autosuficiente en el cual las plantas pueden sobrevivir mediante la fotosíntesis para reciclar los nutrientes. El único contacto que hay con el ambiente es la luz que ingresa a través del vidrio de la botella. La mecánica es simple.

El agua de la botella es tomada por las raíces y se libera en el aire durante la transpiración, que se condensa y vuelve al fondo de la botella y retroalimenta a las raíces. De noche, la planta respira celularmente y aprovecha los nutrientes almacenados.

También usa la respiración celular para descomponer el material arrojado por la planta y sus bacterias se encargan de los procesos de reciclado del oxígeno y dióxido de carbono, reutilizando todo como si de un pequeño ejemplo del ecosistema se tratase.



Cómo hacer uno

Se debe seleccionar un recipiente de vidrio de tamaño considerable y con un cuello grueso como para poder manipular con facilidad.

Luego se necesita un poco de compost, capas de arena gruesa y arena fina completando con las plantas sobre ellos. Después de plantarlas, una leve capa de grava y un riego cuidadoso.

El recipiente debe estar en un lugar donde pueda recibir luz solar o unos buenos focos de luz artificial.



Algunas ventajas

Hay varias razones para que las plantas cultivadas en botellas saquen provecho de su encierro. Estos recipientes proporcionan una humedad y temperatura más o menos constante, por lo que la planta no sufre bruscas oscilaciones.

Si las plantas se han introducido libres de parásitos, este encierro las preserva de posibles invasiones de insectos u hongos.

Por último, este sistema ahorra tiempo, pues estos jardines en miniatura prácticamente se automantienen.


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