El culto por el cuerpo puede llegar a puntos inimaginables, como el de Justin Jedlica, un joven neoyorkino que quiere lucir lo más parecido posible al muñeco que hace las veces de novio de Barbie: Ken.
A sus 32 años, Justin ha dedicado los últimos diez a modificar las partes de su cuerpo con las que no está conforme, siempre teniendo como modelo la imagen del popular juguete para niñas, tal como informa el diario Huffington Post.
Da escalofríos de solo pensarlo: el hombre se sometió a 90 operaciones en diferentes partes del cuerpo (cinco cirugías de nariz, implantes en pectorales, glúteos, bíceps y tríceps, levantamiento de cejas, aumento de labios, pómulos y mentón, además de una modificación del hueso craneal, ), y gastó la módica suma de 100 mil dólares para cumplir su objetivo.
Jedlica asegura que se sintió “eufórico” en la primera rinoplastía a la que se sometió a los 18 años y desde entonces no ha parado.
Afirmó además, que estos cambios corporales son una “extensión de ser creativo” y que no piensa parar porque sería como “ser un Picasso y no pintar”.
Y aunque Jedlica reconoce el peligro de ingresar tantas veces al quirófano y utilizar colágeno para las intervenciones, asegura que es "un precio bajo a pagar a cambio de un cuerpo perfecto".
No es la primera vez que surge un caso de esta naturaleza. Ya Dakota Rose había allanado ese bizarro panorama cuando apareció en escena con su notable parecido con la muñeca Barbie. Similitud que habría alcanzado gracias a intervenciones quirúrgicas que escandalizaron al mundo,sobre todo, por su corta edad.
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